viernes, 7 de septiembre de 2007

Aquí estoy de nuevo

¡Da mucha pereza arrancar de nuevo una tarea que llevamos abandona durante un tiempo largo!, ¿verdad?; aunque esta sea una labor tan placentera para mí como es hacer este blog. Todo reencuentro es difícil, mucho más que los comienzos. ¿De qué puedo escribir?. A uno, que entre otras cosas aun peores es vanidoso, le parece que la primera entrada de la temporada debe ser buena, novedosa o simplemente especial. Hay lectores que la esperan y todo el mundo sabe que no hay peor cosa para cualquier autor que hacer esperar ya que esto provoca un aumento de las expectativas y por ende la probabilidad de defraudarlas. Hasta mi admirado Embajador en el Infierno, que ha tenido la deferencia de premiarme dentro de una cadena que tendré que ver cómo continuar, sospecha que me haya rajado de la blogosfera. Tendré que hacer un esfuerzo; calentar motores y…despegar. La pantalla en blanco de mi editor me desafiaba sarcásticamente como si me dijera: ¡No me mancharás!. Pero, ¡lo conseguí!, escribí mi primer párrafo: ¡He vuelto! Y es un verdadero placer estar con todos vosotros de nuevo.

Dos cosillas me gustaría comentar muy brevemente – ¡estoy empezando! – sobre la actualidad.

La primera es la idea de Chaves – presidente de la comunidad autónoma española de Andalucía - de garantizar por ley el acceso a una vivienda a un precio asequible para todos. Miren, sin entrar en un análisis desde el punto de vista de política coyuntural ni económico en profundidad, les diré que en principio este tipo de propuestas me gustan. Sí, yo que me encanta el libre mercado, como toda lo que suponga libertad para el hombre porque así nos quiso Dios y por tanto así somos por naturaleza. Quiero advertir que aunque no me etiqueto como liberal porque yo solo me identifico como cristiano (por la gracia de Dios) defiendo los postulados del libre mercado a capa y espada como si lo fuera. Lo hago así porque estoy convencido de que son los más eficientes y los más concordes con nuestra naturaleza. Pero como no hay más absoluto de nuestro señor Jesucristo tampoco la visión liberal lo es y, en consecuencia, podemos ponerla en entredicho en ciertos momentos y circunstancias. Así como defendemos, los que lo hacemos, la libertad de la persona para hacer los que quiera mas si esta hace un mal exigimos que este debe ser reparado y quien lo comete pagar proporcionalmente a su gravedad, acarreando este castigo la falta de libertad u otras consecuencias superiores, de la misma forma la libertad de mercado ha de ser sometida a la justicia y si hay un problema con el acceso de las personas a la vivienda, como la persona está por encima de las leyes, las teorías y las ideas, hay que ayudarlas a poder tener un techo. Ya, ya se perfectamente lo bueno de la ley de la libre oferta y la demanda, nadie como yo la defiende frente a los progres de tres al cuarto y los amantes de lo público y la subvención, pero el libre mercado precisa de condiciones ideales: sin monopolios, sin amenazas, sin grupos de presión y con reglas de juego comunes y no en un mundo globalizado para todo menos para los derechos de las personas. No nos engañemos, las causas del gran problema que tienen los jóvenes para acceder a una vivienda y por tanto a formar una familia serían suficientes para miles de tesis doctorales y nunca la conclusión sería que la economía controlada es mejor que el libre mercado, porque la primera es disconforme con nuestra naturaleza, pero como el pecado original existe y el hombre es malvado el Estado debe tratar de hacer justicia. Es lo mismo que para evitar los monopolios: ley al canto y nada de libertad. Los padres del liberalismo anhelaban un mundo liderado por la iniciativa de millones de pequeños empresarios y sometidos a una moral cristiana.

La segunda cosa es el tema de Fernando Alonso y la sospecha de espionaje. Por muy español que sea Alonso, yo que me califico de carpetovetónico y que me veo con pasión todas sus carreras, les digo que si ha participado de espionaje y por venganza además se ha chivado a la FIA de su equipo, la verdad, que quieren, el niño deja mucho que desear y ha cometido dos vilezas. Una cosa es denunciar el mal que uno ha visto y asumir el castigo que le corresponda y otra muy distinta es delatar a tu equipo por venganza amen de haber sido beneficiado tramposamente copiando el trabajo de otro.

3 comentarios:

Embajador dijo...

Bienvenido, me alegra de verdad verte otra vez por aqui.

Fíjate que curioso que yo de liberal no tengo nada, y la ley de Chaves me parece un bodrio. Y me parece un bodrio primero porque no es más que un pegote electoralista y segundo porque si de verdad quisieran llevarla a cabo supondría una nueva expansión del Estado que si bien podría (no estoy nada seguro)dar solución a un problema coyuntural a corto plazo, a largo plazo significa un recorte más de las libertades concretas de las personas.

No hace falta ser liberal para estar a favor del libre mercado. Yo lo estoy. Creo que deberías investigar un poco sobre el "distributismo" ya verás que sorpresa.

Y sobre Alonso, creo que las cosas no son tan sencillas. Los ingleses quisieron jugársela y el les ha devuelto la jugada. Creo que le han puesto contra la espada y la pared y le han obligado a ello. Te lo dice uno que conoce el retorcimiento inglés de primerísima mano.

El Último dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
El Último dijo...

Estimado Embajador:

Gracias como siempre por tus comentarios.

Pero, ya te podrás imaginar que no me chupo el dedo y que me conozco el pelaje de Chavez en particular y del PSOE en general. Lo que pasa es que me gustaría que los políticos, especialemente estos de izquierda, hicieran cosas (aunque estén no del todo acertadas) para tratar de administrar o ayudar a los probemas de la gente en vez de pretender evangelizarnos en su pseudoreligión.

Seguiré tu consejo ya que no conozco mucho del distributismo - me encanta todo lo que dice Chesterton pero no tengo una idea clara de sus bases económicas para conseguir la declaración de intenciones -, te diré. Agradecerá tus recomendaciones sobre cualquier lectura o artículo.

Lo de Alonso - me alegro de su última victoria - lo iremos viendo. Estoy contigo sobre el retorcimiento inglés, aunque supongo no tan de primera mano como tú, sí que trabajo asiduamente con ellos.

Por cierto, no eres liberal, como yo, pero dices cosas muy de ellos. No es malo, a veces dentro del catolicismo hemos tenido una fuerte crítica a ellos pero creo que en lo coyuntural porque casi siempre históricamente estuvieron contra la fe. Pero ha habido maravillosos católicos de verdad que intrudujeron ideas liberales en lo económico en España - sobre todo a mediados del siglo pasado - con un resultado brillante.

Seguiremos.

9 de septiembre de 2007 17:56

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